diumenge, 19 d’abril del 2009

‘Se tiene que educar sobre las relaciones, en vez de hacerlo sobre los objetos aislados’ ¿Cómo justifica el autor esta afirmación en el Mago de Oz?

Desde luego, Frank Baum sostiene esa afirmación a lo largo de toda su obra. Desde el inicio de su aventura, Dorothy está acompañada por sus amigos: Toto, el Espantapájaros, el Leñador de Hojalata y el León cobarde.
Desde que los conoce, se crea una relación muy estrecha entre ellos, se hacen amigos en un momento y, lo más importante, lo demuestran.
Es obvio que Dorothy nunca habría podido ir a Ciudad Esmeralda, luego al País del Oeste a matar a la bruja Malvada, volver a la ciudad de color verde y llegar al País del Sur desde donde regresa a casa, sin la inestimable ayuda de sus amigos como también de otros personajes, como por ejemplo, las brujas buenas, los monos alados, la cigüeña, los ratoncitos,...
Desde el principio del cuento, se nos da a entender las estrechas relaciones que Dorothy tiene con la gente que la rodea. Primero con Toto, su perrito inseparable.

“Era Toto quien hacía reír a Dorothy, y la salvaba de volverse gris como todo lo que le rodeaba” (Pág. 12).

También con sus tíos, ya que desde que el ciclón la deja en el País de Oz, lo máximo deseo es regresar a casa.
“Estoy ansiosa por volver junto a mis tíos, porque estoy segura de que se preocuparán por mi. ¿Podéis ayudarme a encontrar el camino?” (Pág. 21).

Después durante toda la obra, se nos muestra la estupenda relación que hay entre sus tres amigos y ella.
“- Yo iré con Dorothy,- declaró el León-, pues estoy cansado de vuestra ciudad y deseo volver al campo y a los bosques. En realidad soy una animal salvaje, ¿sabéis?
Además, Dorothy necesita a alguien que la proteja.
- Eso es verdad – asintió el Leñador -. Puede que mi hacha le sirva, así que yo también la acompañaré al País del Sur.
- ¿cuándo partimos?- preguntó el Espantapájaros.
- ¿Tú vas a ir? - preguntaron todos sorprendidos.
- Claro. Si no fuera por Dorothy, nunca habría conseguido un cerebro. Ella me bajó de mi estaca en los maizales y me trajo a Ciudad Esmeralda. Así que le debo mi buena suerte a ella y nunca la abandonaré hasta que consiga volver a Kansas de una vez por todas.”
(Pág. 152 -153).

Se trata de una relación recíproca, ya que ella les ayuda a conseguir primero lo que ellos quieren, y después encuentra que ninguno de ellos la abandona hasta que la niña regresa por fin a Kansas con sus tíos.

De todos es sabido que para realizarse y ser un ser humano completo, hay que vivir en sociedad en RELACIÓN con otros, y aprender a respetar las normas y leyes, para que esta relación pueda ser respetuosa y cordial. Una persona que viva solo, sin la compañía de otros seres humanos, nunca llegará a desarrollarse por completo, y eso se ha demostrado con algún caso por ejemplo, el niño salvaje de Avignon.
Este libro nos muestra a la perfección que lo importante es educar sobre las relaciones, porque vivimos es sociedad.
Nadia Franco Braganza
El Mago de Oz, ha sido una obra escrita para disfrutar y agradar a los niños de hoy, aspira a ser un cuento de hadas, prescindiendo así de angustias y pesadillas. Es por ese motivo quizás, que a cada problema de Dorothy y sus compañeros de viaje se le adjudique un final feliz. Cada problema queda resuelto de forma maravillosa con la ayuda de todos, y de algún que otro objeto mágico.
En una primera lectura, no te das cuenta quizá de todos los matices que el autor da a la obra, línea tras línea. Es cuando vuelves a releer los capítulos, cuando relacionas muchos diálogos, los personajes dan un giro y los relacionas de forma más consciente; dando así sentido a la afirmación anterior: “Se ha de educar sobre las relaciones en lugar de hacerlo sobre los objetos aislados”.

Así pues, Frank Baum pretende seguir un mismo hilo a lo largo de toda la novela, centrándose en la enseñanza de valores, en recoger toda la historia del viaje de Dorothy en diferentes vertientes relacionados al mismo tiempo, personajes que se complementan en carencias i virtudes, y que sin darse cuanta aprenden los unos de los otros a lo largo del camino.
El viaje es únicamente una premisa para ir dando pinceladas de cada una de las inquietudes i valores que podríamos tener cada uno de nosotros, i que quizá buscando un poco más en nuestro interior, acabaríamos por encontrarlo.
Cada uno de los personajes que acompañan a Dorothy: el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León Cobarde, conforman la personalidad de Dorothy, que busca incansable volver a su hogar, por muy gris i angosto que resulte.

Cabe decir también, que durante la primera lectura, Dorothy toma un papel de niña amable y alegre, pero en numerosos parágrafos Baum da a entender que no es lo que parece. Se pueden leer pues, escenas donde se destaca la personalidad de la niña;

“- No entiendo por qué quieres abandonar este mundo tan bonito y regresar a ese lugar tan seco y gris que tú llamas Kansas.
- Eso es porque no tienes cerebro- contestó la niña-. Por muy aburrido y gris que sea el lugar en que vivimos, las personas de carne y hueso lo preferimos a cualquier otro país, por muy hermoso que éste sea. No existe ningún sitio comparable al propio hogar.
El Espantapájaros suspiró.”


Dorothy nunca se da cuenta de las falsas carencias de sus compañeros, no es capaz de percibir la inteligencia del Espantapájaros, ni el valor que en su interior tiene el León Cobarde, ni la empatía que el Hombre Hojalata muestra día a día. No puede reconocerlo, porque la niña tiene muchas de las carencias que sus amigos creen tener. Ella por su parte ni siquiera mira en su interior para buscar sus defectos, sino que resalta aun más los de los demás.
A medida que trascurre la novela pues, te percatas de la obsesión de falta de valores, sentimientos… de cada compañero de viaje. Están convencidos de necesitar algo que en el fondo ya tienen. Están obsesionados con aquello que ansían y realmente ya lo poseen en su interior.
El Espantapájaros por ejemplo, siempre tiene ideas ingeniosas para escapar de las dificultades, el León se enfrenta a muchos de sus miedos para continuar el camino y el Hombre de Hojalata llora con cualquier injusticia, lo cual destapaba la capacidad de sentir para comprender y compartir la tristeza, la alegría…
Dorothy, no ve más allá que de ella misma:

“vio luego que no quedaba mucho pan en la cesta y se alegró de que el Espantapájaros no necesitara comer, porque apenas era suficiente para pasar el día ella y Toto”.

“Dorothy no decía nada, pues se preguntaba cuál de sus dos amigos tendrían razón, y al fin pensó que, si lograba volver a Kansas y a casa de su tía Em, poco importaría que el Leñador de Hojalata no tuviera cerebro y el Espantapájaros careciera de corazón, o que ambos consiguieran lo que deseaban”


Se transmiten valores de amistad, una actitud positiva para enfrentar-se a los problemas, se enseña a tropezar, a seguir siempre hacia adelante aunque las circunstancias no acompañen…

“Cuando Dorothy le ayudaba a levantarse, él se reía alegremente de su propia torpeza”.
Es importante inculcar y trabajar con el niño la autoestima, a saber que todas las personas son diferentes y que por ello no es motivo de exclusión ni desprecio.
El autor también da mucha importancia al aspecto físico, a las apariencias de las personas. De este modo, los personajes dejando de lado las carencias que ellos mismos creen tener, tienen sentimientos, son personas igual que todos, con sus virtudes y sus defectos, con más o menos inteligencia….es necesario que el niño tenga la capacidad de autovalorarse, de crear una personalidad con vínculos afectivos fuertes.
A veces es necesario que alguien externo a él, remarque sus virtudes, anime a la persona en momentos difíciles y no decaiga por comentarios externos. No hace falta remarcar las carencias para empequeñecer aun más la personalidad y autoestima de este.

Como ya he comentado anteriormente, los tres personajes que Dorothy fue encontrando por el camino a Ciudad Esmeralda, en realidad representan aspectos emocionales de su propio mundo interior. Los niños quieren creer que son inteligentes, humanistas i valerosos, y es a partir de la aventura de Dorothy cuando se busca la identidad; cada obstáculo sirve para permanecer unidos en el propósito, y al mismo tiempo va fortaleciendo las capacidades de cada personaje.
Cada uno de ellos es una parte de Dorothy, y finalmente en la destrucción de la Bruja se deja entrever la seguridad de Dorothy y el progreso que ha hecho en el dominio de sus inseguridades, resaltadas a lo largo de la novela. Por otro lado, el encuentro definitivo con el Mago recalca una vez más que las cualidades que cada uno de los compañeros buscaba eran las mismas que ella buscaba para sí: dominio y confianza.
Baum quiere transmitir también, la concepción de unión; en la mayoría de las aventuras que transcurren los cuatro amigos, se necesitan los unos a los otros, existe la ayuda desinteresada y una relación de amistad heroica. Existe un sentimiento de solidaridad entre ellos, lo cual es un valor imprescindible que al niño se le ha de involucrar para la vida, algo que en un mundo tan individualizado como el que vivimos hoy en día cabe resaltar su importancia.
Por último, se hace hincapié a las falsas apariencias. El Mago de Oz, resulta ser un farsante, maquillando las cosas para parecer lo que en realidad no son (las gafas en la Ciudad Esmeralda, donde todo es según el cristal con el que lo mires).

Des de mi punto de vista, es evidente que toda la obra transcurre envolviendo un mensaje para los niños, pero considero difícil que un niño pueda llegar a captar todo el mensaje que Baum quiere transmitir con el Mago de Oz. Habría que analizar los personajes por separado, destacar frases y diálogos para que se pueda ir más allá, y que de esta forma el niño capte la enseñanza siguiendo la aventura.
Esther Blasco Millán

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